martes, 11 de marzo de 2008

Suicidio de una alumna adolescente en Tartagal

NORTE DEL BERMEJOwww.nortedelbermejo.com.ar

Escrito por Lic. Marta Juarez // viernes, 07 de marzo de 2008

Mirna González, 16 años, estudiante de Polimodal en la Escuela OEA, decidió que hoy, 6 de Marzo del año 2008 a las 8:30 horas, sea el último día y hora de su vida. Esta mañana se levantó temprano, dejó las cartas que había escrito para sus padres –una para cada uno – se quitó el anillo y la cadenita que le regalaron para sus quince, el celular y marchó directo al puente carretero desde donde se lanzaría al vacío, que está a corta distancia de su casa ubicada en Villa Saavedra. Fue cumplir un plan que sin dudas elaboró cuidadosamente en la noche que sería la última de su corta vida.

En ninguna de las cartas que escribió, - las de los padres, más otras cinco destinadas a sus compañeros - habla del motivo que la llevó a tomar tan drástica determinación, pero todos coinciden en UNO: la repetición del año escolar, hecho que había ocultado a sus padres. Mirna no se había atrevido a contarles a sus padres que no se llevaba cuatro materias como les dijo, sino que en realidad, se había quedado de curso. Sus compañeros comentaban:

_ Dice que la madre le dijo que al otro día la iba a acompañar a la escuela y ahí se iba a descubrir todo.

Mirna festejó el 1 de febrero sus dieciséis años. Lo festejó con sus amigas, con su familia. Ella era la única hija mujer y la primera de los dos hijos del matrimonio González, después de ocho años recién vino el varón. Su familia es de condición humilde, Sergio González – su padre – es panadero, oficio que aprendió desde niño junto al suyo que supo transmitirle toda su habilidad y experiencia en el noble pero duro oficio de hacer el pan, cuando aún era amasado sólo con las fuerzas de los brazos. No tiene consuelo y entre llanto sólo repite una pregunta: Por qué hija, por qué?...

Sus compañeros, que se lamentan sin consuelo nos comentan:

_ Todavía no lo creemos. Ella era siempre tan alegre, siempre con una sonrisa que no podemos creer que sea haya hecho esto, que esté ahí, ahora muerta… No, todavía no lo creemos.

_ A mi me dejó esta carta – me dice Vero, una de sus compañeras y amiga y me extiende la cartita hecha en un papel de libreta con renglones en rojo. La letra es prolija, elaborada, denota calma, tal vez la tranquilidad de una decisión tomada e irrevocable. En ella escribió esto:

carta-a-vero-.jpgVero:

a vos que te puedo decir petiza gracias por tu gran amistad por los buenos momentos que pasamos juntas, por las risas por las cagadas que hacíamos, eres una personita muy especial, sencible y fragil, nunca cambies y aunque no este con vos siempre voy a estar cuidándote y guiandote en cada paso que des, siempre vas estar en mi corazón xq´te lo mereces por ser una de mis mejores amigas. Te amor como persona y como y como una hermana q´siempre quise tener. Te kiero una banda. besos

Mirna González

Su tía Mariela, hermana de Sergio entre sollozos dice: “Mirna fue siempre tan tranquila, tenía dieciséis años pero nunca se le dio por salir a los boliches, no le gustaba. Sí, se reunía con sus amigas en su casa o a veces en la de ellos. Era muy respetuosa de los padres, no encuentro explicación a lo que hizo… Eso sí, fue siempre de no contar nada de lo que le pasaba… No, no puedo encontrar una respuesta, por que Mirna hizo esto, era tan querida por sus padres, jamás le pegaron, siempre trataron de darle todo lo mejor que podían, ¿POR QUÉ MIRNA HAS HECHO ESTO?...

No Mariela, no hay respuestas para estas cosas, es muy difícil saber qué pasa por la cabeza de una adolescente de 16 años, que se siente sola, acorralada en su propio engaño. A esa edad sin dudas las cosas adquieren una proporción desmesurada, y la sociedad, al menos la nuestra en Tartagal lo que menos brinda es apoyo, contención. Todo lo contrario lo que transmite y en particular las instituciones educativas es INSEGURIDAD, FALTA DE APOYO A SUS ALUMNOS al punto que algunas los EXCLUYEN de sus aulas si son REPITENTES. Esto es lo que a diario publicitan los medios: ¡NO HAY ASIENTO!... ¡NO SE ACEPTAN REPITENTES!... ¡ESTE COLEGIO TIENE UN REGLAMENTO QUE HAY QUE RESPETAR!...

La prueba más contundente de lo que dicho, está en las propias palabras de César Escobar, director de la escuela OEA a la que asistía Mariel González de 16 años, el cual declaró en un medio local lo siguiente:

"Al concluir el turno de examen de febrero, y ser muy pocos los que aprobaron las materias pendientes tenemos el problema de súper población en el aula (…) Este año la dirección de la escuela Técnica OEA manifestó su decisión de respetar un máximo de 30 alumnos por curso pero, ante la gran cantidad de repitentes que llega casi al 50% no veo un futuro promisorio."

Así es profesor Escobar no se ve un “futuro promisorio”. Es más Mariel, no vio NINGUNO.

Tartagal: Dos alumnos suicidas en un día

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Escrito por Marta Juarez // viernes, 07 de marzo de 2008


La lluvia persistente de este marzo que recién se inicia, fue el marco adecuado para expresar el sentimiento de zozobra que existió hoy en la población de Tartagal ante la actitud de dos adolescentes suicidas: Mirna González que falleció y otro niño de catorce años que no logró concretar su intensión gracias a la intervención de su hermana.
El niño es alumno de una escuela de esta Villa y tomó la trágica decisión de colgarse atado de la cuerda de una plancha en un terreno colindante a su hogar. Al verlo su hermana corrió a socorrerlo, sujetándolo, luego con ayuda de la madre lograron descolgarlo. Al momento se encuentra recuperándose en el hospital Juan D. Perón.
Tartagal tiene una larga lista de adolescentes suicidas pero como nos dijo la profesora de Letras Sandra Barboza, docente de Polimodal: “De eso no se habla en esta sociedad. Yo ya viví lo mismo hace 18 años, era profesora en el San Francisco cuando Alejandro se lanzó de ese mismo puente. También estaba en el 4to año y también tenía la misma edad de esta niña. Por el carácter que el chico tenía, no dejaba traslucir lo que le pasaba, no contaba nada de las cosas que luego después de su muerte se supo, que recién se hablaron, pero entonces ya era tarde… “

También recordemos que el año pasado en esta misma época se mató un adolecente de Villa Güemes, tenía unos 13 o 14 años. El chico andaba mal en la escuela, rindió mal y según se comentó después, tenía miedo de quedarse de curso. Como docente estos hechos me producen mucha impotencia, un vacío profundo, porque uno por más que quiera no puede hacer mucho, no tenemos las herramientas, ni los espacios, ni los tiempos para profundizar la relación docente-alumno, para poder hacer una enseñanza más personalizada. Desgraciadamente los docentes no trabajamos en un solo establecimiento, no tenemos solo los cuarenta alumnos de un curso, correteamos de una escuela a otra porque no nos alcanza el sueldo de otra manera y hay que vivir... El problema de los repitentes que agrava año tras años y las autoridades no hacen nada para remediarlo, la superpoblación está en todos lados... (LA NOTA COMPLETA EN: www.nortedelbermejo.com.ar)

domingo, 10 de febrero de 2008

La Mitad Perdida

Tu y Yo

y dijo a la Mujer la Serpiente

Cuatro Caminos (poema ilustrado)

Presentación

Soy nacida en Tucumán, tal vez de allá traje el dulzor de la caña de azúcar que a veces vierten mis poemas o la soledad del Aconquija que a veces los empaña con su niebla. Pero no puedo decir que soy “tucumana” porque fue Tartagal, ese pueblo-ciudad del norte de Salta el que me vio dar mis primeros pasos y mi primer beso en una placita de barrio. Fue su luna algarrobera la que me espió cuando borroneaba mi primer poema y cuando se me cayeron las primeras lágrimas por algún amor pasajero que por aquel entonces creía eterno.
La antropología me eligió para que fuera su servidora porque yo jamás me serví de ella para ganar un céntimo. De hecho no le echo la culpa de nada. Soy lo que hoy soy por ella. Estamos a mano, saldada deudas y servicios.
No puedo decir lo mismo de la Literatura porque en este caso yo me serví de ella para expresar lo más profundo de mi ser, las oscuridades subterráneas que me habitan y que aun no alcanzo a descubrir. También la usé para decir lo banal y lo casual. Estoy en deuda con ella, la usé, me serví de sus recursos sin embargo no le devolví hasta hora ninguna obra publicada. Prometo y ustedes son testigos de mi promesa que pronto lo haré.
Descubrí la literatura en los poemas de Pablo Neruda. Yo era un niña que vivía en un pueblo muy humilde, mi escuela era hecha de tablas con baños de pozo y aulas donde aprendían también los ratones. En mi casa, mi madre estaba bastante ocupada con las ollas y con lo que había que poner dentro de ellas, así que no había tiempo para la charla ni para los abrazos. Había abandonado a mi padre en Tucumán para correr tras el amor de alguien que habiéndole dicho que era su única mujer en el universo, se le apareció el día de la huida con tres hijos cuya madre se los había arrojado para que asumiera “de prepo” una responsabilidad que nunca tuvo. En ese agregado de personas, de chicos que no sabían porque ninguno tenía el apellido del padre ni de madre alguna ni que eran unos de los otros, crecí, junto a esas dos personas que un día huyeron de Tucumán para permanecer juntos hasta que la muerte decidió lo contrario. En ese ámbito de locos y horfandades encontrar a Neruda y sus Poemas, fue para mi la salvación. Devolví esa deuda dando su nombre a mi hijo Pablo.
En el hogar que crecí no había nada que se pareciera a una biblioteca ni siquiera lo había en el barrio donde vivía, por eso la escuela fue el ámbito primero y único de mi formación. Por entonces la escuela pública cumplía su finalidad constitucional.
Es cierto aun no tengo publicado mi primer libro de los cinco que tengo terminados. La resistencia está en mi, lo se, aunque no alcanzo aun a imaginar por qué. Pero tengo mis escritos, cuentos y poemas, mitos y notas periodísticas en diversas publicaciones gráficas y en internet en numerosos sitios, en particular en el propio: www.nortedelbermejo.com.ar

Digo algo en particular de mi trabajo con los aborígenes con cuyos pueblos convivo en Tartagal donde habitan siete etnias: wichis matacos, chorotes, chulupies, tobas, guaranies chiriguanos, arawac chanés y Tapietes. Mi relación con ellos fue por mi oficio de antropóloga, pero trascendió la cuestión laboral para convertirse en algo mas personal, a veces parecido a la amistad y otras en Amistad real. Fue allí, desde ese lugar donde pude conocerlos, al compartir momentos por ejemplo a la orilla del Pilcomayo, ese Río de los Pájaros que cruza el chaco salteño. Allí con el mechero blanco de la luna, nos reímos con las picardía de Tokwaj, ese pillo que hace travesuras desordenando el mundo que va creando Isi Nilataj, la Luz creadora. Allí en esos espacios me adentré en su cultura y vi la riqueza milenaria que lo habita. Los visitantes extraños cuando llegan a una comunidad ven sólo lo externo de su pobreza, que es cierto es real y muy dura, pero no alcanzan a sospechar la extraordinaria riqueza que ellos guardan.
En los cuentos infantiles que escribí, respeté el mito en cuales baso el relato, lo que aporto la forma de presentar hechos y situaciones que en el relato original aparecen con toda su crudeza. El Halcón quema vivo todo un pueblo que después cuando salen ya no son hombres sino animales, las Mujeres Palomas se comen vivos los hombres que cazan, Chemastaky come los jóvenes y a casi todo un pueblo y luego lo queman vivo a el. En fin, he considerado que no era conveniente poner en un cuento para niños estas crueldades. Demasiada violencia viven cotidianamente en su propio mundo para agregarle mas. Esta es la modificación que he introducido.