NORTE DEL BERMEJOwww.nortedelbermejo.com.ar Escrito por Lic. Marta Juarez // viernes, 07 de marzo de 2008 | |||||||
Mirna González, 16 años, estudiante de Polimodal en la Escuela OEA, decidió que hoy, 6 de Marzo del año 2008 a las 8:30 horas, sea el último día y hora de su vida. Esta mañana se levantó temprano, dejó las cartas que había escrito para sus padres –una para cada uno – se quitó el anillo y la cadenita que le regalaron para sus quince, el celular y marchó directo al puente carretero desde donde se lanzaría al vacío, que está a corta distancia de su casa ubicada en Villa Saavedra. Fue cumplir un plan que sin dudas elaboró cuidadosamente en la noche que sería la última de su corta vida. En ninguna de las cartas que escribió, - las de los padres, más otras cinco destinadas a sus compañeros - habla del motivo que la llevó a tomar tan drástica determinación, pero todos coinciden en UNO: la repetición del año escolar, hecho que había ocultado a sus padres. Mirna no se había atrevido a contarles a sus padres que no se llevaba cuatro materias como les dijo, sino que en realidad, se había quedado de curso. Sus compañeros comentaban: _ Dice que la madre le dijo que al otro día la iba a acompañar a la escuela y ahí se iba a descubrir todo. Mirna festejó el 1 de febrero sus dieciséis años. Lo festejó con sus amigas, con su familia. Ella era la única hija mujer y la primera de los dos hijos del matrimonio González, después de ocho años recién vino el varón. Su familia es de condición humilde, Sergio González – su padre – es panadero, oficio que aprendió desde niño junto al suyo que supo transmitirle toda su habilidad y experiencia en el noble pero duro oficio de hacer el pan, cuando aún era amasado sólo con las fuerzas de los brazos. No tiene consuelo y entre llanto sólo repite una pregunta: Por qué hija, por qué?... Sus compañeros, que se lamentan sin consuelo nos comentan: _ Todavía no lo creemos. Ella era siempre tan alegre, siempre con una sonrisa que no podemos creer que sea haya hecho esto, que esté ahí, ahora muerta… No, todavía no lo creemos. _ A mi me dejó esta carta – me dice Vero, una de sus compañeras y amiga y me extiende la cartita hecha en un papel de libreta con renglones en rojo. La letra es prolija, elaborada, denota calma, tal vez la tranquilidad de una decisión tomada e irrevocable. En ella escribió esto: Vero: a vos que te puedo decir petiza gracias por tu gran amistad por los buenos momentos que pasamos juntas, por las risas por las cagadas que hacíamos, eres una personita muy especial, sencible y fragil, nunca cambies y aunque no este con vos siempre voy a estar cuidándote y guiandote en cada paso que des, siempre vas estar en mi corazón xq´te lo mereces por ser una de mis mejores amigas. Te amor como persona y como y como una hermana q´siempre quise tener. Te kiero una banda. besos Mirna González Su tía Mariela, hermana de Sergio entre sollozos dice: “Mirna fue siempre tan tranquila, tenía dieciséis años pero nunca se le dio por salir a los boliches, no le gustaba. Sí, se reunía con sus amigas en su casa o a veces en la de ellos. Era muy respetuosa de los padres, no encuentro explicación a lo que hizo… Eso sí, fue siempre de no contar nada de lo que le pasaba… No, no puedo encontrar una respuesta, por que Mirna hizo esto, era tan querida por sus padres, jamás le pegaron, siempre trataron de darle todo lo mejor que podían, ¿POR QUÉ MIRNA HAS HECHO ESTO?... No Mariela, no hay respuestas para estas cosas, es muy difícil saber qué pasa por la cabeza de una adolescente de 16 años, que se siente sola, acorralada en su propio engaño. A esa edad sin dudas las cosas adquieren una proporción desmesurada, y la sociedad, al menos la nuestra en Tartagal lo que menos brinda es apoyo, contención. Todo lo contrario lo que transmite y en particular las instituciones educativas es INSEGURIDAD, FALTA DE APOYO A SUS ALUMNOS al punto que algunas los EXCLUYEN de sus aulas si son REPITENTES. Esto es lo que a diario publicitan los medios: ¡NO HAY ASIENTO!... ¡NO SE ACEPTAN REPITENTES!... ¡ESTE COLEGIO TIENE UN REGLAMENTO QUE HAY QUE RESPETAR!... La prueba más contundente de lo que dicho, está en las propias palabras de César Escobar, director de la escuela OEA a la que asistía Mariel González de 16 años, el cual declaró en un medio local lo siguiente: "Al concluir el turno de examen de febrero, y ser muy pocos los que aprobaron las materias pendientes tenemos el problema de súper población en el aula (…) Este año la dirección de la escuela Técnica OEA manifestó su decisión de respetar un máximo de 30 alumnos por curso pero, ante la gran cantidad de repitentes que llega casi al 50% no veo un futuro promisorio." Así es profesor Escobar no se ve un “futuro promisorio”. Es más Mariel, no vio NINGUNO.
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martes, 11 de marzo de 2008
Suicidio de una alumna adolescente en Tartagal
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